Nuestra señora de la Rosa.
Entre los recuerdos más antiguos (aunque no como objeto inerte de museo, sino como flor perenne de la fe de sus hijos) hay que contar la advocación simpática de la Virgen de la Rosa.
Un documento de valor: A la vista de todos se ofrece, colgado en la pared de la sacristía, un cuadro que, en apretados versos, hace relación minuciosa de la historia de la venerada imagen de Nuestra Señora de la Rosa. El cuadro se halla escrito con meticulosa caligrafía y lleva este titulo: “Historia de la milagrosa aparición de Nuestra Señora de la Rosa y elogios que le tributan sus devotos de Abalos. Año 1831. “
La Tradición: Es ésta muy semejante a la que corre sobre casi todas las imágenes llamadas aparecidas. El pueblo de Abalos venera una imagen de la Santísima Virgen, sentada en su trono, símbolo de su soberanía sobre la Villa.
Devoción y cultos: Con ser grande la devoción que en la actualidad se profesa en Abalos a la Virgen de la Rosa, lo fue sin comparación muchísimo mayor en los siglos pasados.
No estaba entonces limitada a los vecinos de la villa la devoción a Nuestra Señora de la Rosa, a su santuario acudían todos los años en piadosa romería , el día de pascua de Pentecostés , los pueblos de Samaniego , Pecina , Rivas de Tereso , Baños de Ebro y Villabuena.
La fiesta principal de la Virgen de la Rosa se celebra el día de su natividad, 8 de septiembre, fecha en la que, durante muchos años, se subió la imagen al santuario desde la parroquia, donde había permanecido desde el día 12 de Mayo.
La imagen: la imagen actual, como ya se ha dicho, es indudablemente gótica, y del tipo y posición muy corriente en La Rioja. Destaca ésta, sin embargo, por su majestuosa belleza, el encanto y dulzura de su rostro, sin rasgo alguno de dureza en la expresión.